marzo 19, 2013

Científicos revisan avance de cambio climático en la Región del Biobío

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El cambio climático es la amenaza más grande que ha tenido que enfrentar la humanidad. La dramática frase la pronunció esta mañana en la UdeC el investigador Jürgen Kropp, del Instituto de investigaciones de Postdam, Alemania, y uno de los científicos más influyentes en materia de cambio climático global. Según Kropp, en el hemisferio sur aún los signos que derivan de este fenómeno no son tan notorios como en el norte, sin embargo esto “no significa que no esté ocurriendo. Un ejemplo son los deshielos de la zona andina, los que han aumentado en un 40% durante los últimos años, afectando el abastecimiento de agua en las zonas costeras”, indicó.

La vista de Kropp se inserta en el seminario internacional Adaptación al cambio climático: Desafíos para el siglo XXI, inaugurado esta mañana y organizado en conjunto por el Centro Eula y la facultad de Ciencias Sociales, enmarcado en la finalización del proyecto Anillos Impactos sociales y ambientales del cambio climático global en la Región del Bíobio, dirigido por el decano Jorge Rojas.

Para Kropp, la única forma de mitigar los efectos de este cambio es la disminución de las emisiones de Co2 :“tenemos que bajar los gases con efecto invernadero e invertir en nuevas tecnologías que ayuden a aminorar los resultados de estas emisiones”, señaló, ejemplificando con la inversión en el desarrollo de energías alternativas como la eólica y la solar, así como la desalinización del mar para dar respuesta a la escasez de este elemento.
Jorge Rojas, decano de Ciencias Sociales y Ricardo Barra, director del Centro Eula.

Tema en el que coincide Ricardo Barra, director del Centro Eula y uno de los coordinadores del seminario, quien indicó que “en Chile, en estos últimos diez años, hemos visto una carbonificación de la matriz energética”. Esto significa, a juicio del experto, que habrá impactos indeseables con el aumento de la emisión de Co2. “en un futuro cercano observaremos que Chile caerá, en términos de indicadores, al aumentar sus emisiones en comparación con otros países desarrollados, que están haciendo todo lo posible por reducir los gases con efecto invernadero en la atmósfera”.

Al respecto, señaló enfáticamente que “como país debemos tomar medidas y posiciones más claras. Aquí contribuye la falta de política energética, tema que conecta al estado y a nosotros los investigadores, que debemos entregar los mejores datos y opciones para así optar por una región sustentable que se adapte de manera sostenible a los cambios que estamos observando”.

A juicio del director del Eula hay medidas que se pueden tomar y tienen que ver con la capacitación, el entrenamiento y la conciencia ciudadana. Al respecto, Jorge Rojas señaló que las universidades y las escuelas son la base para un cambio radical en la conciencia ambiental de los ciudadanos: “no podemos pensar en una universidad o en una escuela con una educación fraccionada, con el escenario climático actual se debe enseñar de manera global”.

El decano argumentó que en función de los datos recopilados durante la investigación que dirige, se determinó que “existe un conocimiento del cambio climático de manera global. La mayoría de la población identifica bien sus causas y consecuencias, y además las asocian a problemas que son significativos para ellos, como incendios, posible pérdida el empleo y deterioro de la salud”.

En general, explicó Rojas, los ciudadanos califican al clima actual de la región como “caótico”, en el cual los cambios de las estaciones se notan menos, agregando además que se estima que en el pasado “hacía menos calor que ahora” y que los ríos llevan menos aguas que antes, entre algunas de las apreciaciones. Además, el especialista valoró que la preocupación de las personas quienes “perciben las consecuencias del cambio climático en su entorno cercano y responsabilizan de los problemas, en primer lugar, a las grandes empresas e industrias”.

Señaló también que esta ciudadanía pide a la comunidad científica y a los organismos internacionales un mayor esfuerzo para frenar el cambio climático. “De ahí que seminarios como este son un ejemplo de cómo las universidades deben canalizar su conocimiento. La gente sabe que Chile es un país altamente vulnerable ante el cambio climático y pide una reacción de políticas públicas y de la misma sociedad por mejorar”, puntualizó Rojas.

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